EUROPA
PRESS
21 marzo
2017
La dermatoscopia digital, una técnica no
invasiva, permite la detección precoz de melanomas, enfermedad que representa
el 2,5 por ciento de todos los tumores, un 1 o 2 por ciento de las muertes
causadas por cáncer y que en los últimos 25 años ha experimentado un incremento
del entre el 3 y el 6 por ciento anual..
En
concreto, este tratamiento, disponible en el Servicio de Dermatología del
Complejo Hospitalario Ruber, dirigido por la doctora
María Calvo, permite mediante un instrumento óptico con luz polarizada, ver las
lesiones amplificadas, por debajo de la superficie cutánea, eliminando los
fenómenos de refracción y reflexión de la luz sobre la piel. La distribución
del pigmento en las capas profundas es lo que diferencia las lesiones benignas
de las malignas.
Además,
lleva asociada una cámara y un 'software' que permite el almacenamiento de
imágenes macro y microscópicas de todos los lunares del paciente, obteniendo un
mapa corporal. De esta forma, se realizan revisiones periódicas que permiten
valorar si hay lesiones nuevas o si las ya existentes han cambiado de forma,
tamaño o color.
Los
pacientes a los que les está indicado realizar esta prueba son aquellos con
fototipo claro que se quemen fácilmente con el sol, con antecedentes de
quemaduras solares en la infancia, con antecedentes personales o familiares de
cáncer de piel y con gran número de lunares en lugares difícil de controlar o
muchos con estructura atípica.
Asimismo,
numerosos estudios han demostrado que el seguimiento periódico de lunares con dermatoscopia digital permite realizar un diagnóstico
precoz del melanoma en estadíos muy tempranos y
reducir el número de extirpaciones y biopsias de lesiones sospechosas, que
pasarían a controlarse con imágenes de forma periódica.